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jueves, 8 de agosto de 2013

INICIARSE EN EL MTB IV


En la entrega anterior, hice una pequeña descripción de algunos de los ajustes, sobre los que hay que actuar, para personalizar la bici de montaña. De ésta forma podremos adaptar, de una forma muy eficaz, la bici a nuestra manera de dar pedales y sentirnos cómodos. En ésta nueva entrega voy a describir algunas pautas a seguir, para que la primera salida en bici, y las sucesivas, sean totalmente placenteras y dejen sensación de querer más.
LA PRIMERA SALIDA
Con los reglajes efectuados a nuestro gusto, lo único que queda es ajustarse las zapatillas, calarse bien el casco y empezar a dar pedales. Al principio todo irá más o menos bien. Se deberá elegir un camino que no sea demasiado complicado, hay que acostumbrarse a la bici y sobre todo a cogerle el truco al cambio, que al principio, la gente novata se suele hacer un pequeño lío con tantas combinaciones de platos y piñones. Cada uno tiene que mentalizarse qué es lo que los mandos del cambio y del desviador, situados en el manillar, mueven o controlan. 
Salvo alguna excepción rara, los mandos de los cambios de todas las bicis de montaña, están situados en el manillar de la siguiente manera, y siempre mirando en el sentido de la marcha: En la parte derecha del manillar (flecha roja en la imagen de la derecha) está el mando que controla los piñones de la rueda trasera, en la imagen se puede ver un mando giratorio denominado Grip Shift. Mientras que en el lado izquierdo del manillar (flecha azul en la imagen) lo que controla ese mando son los platos de los pedales. Y esto es así tanto para aquellos que lleven mandos de pulsadores, como para los que lleven los mandos giratorios.
También hay que acostumbrarse a las reacciones que nos transmite la bici, sobre todo en el momento de aplicar los frenos, ya que no sé muy bien porque motivo, todo, o casi todo el mundo, tiende a bloquear las ruedas cuando frena. Hay que acostumbrarse desde el principio, a frenar con cierta dosificación y con una cierta firmeza, y aunque no es fácil conseguir ese compromiso entre frenar y dosificar para no bloquear las ruedas, se debe practicar mucho desde el principio para conseguir frenar de forma eficaz, sin bloquear las ruedas. Baste decir que cuando una rueda se bloquea, la bici se descontrola.
La gente que empieza a rodar por los caminos con una bici fuera del asfalto, deben  tener en cuenta una serie de factores para que su primera aventura sea satisfactoria. No hay que empezar a rodar a toda velocidad por los caminos, porque lo más probable es que se termine desparramado por los suelos. La reacción primera de cualquier persona no entrenada, es, como he dicho antes, la de frenar en seco ante cualquier imprevisto, haciendo que las ruedas de la bici se deslicen sin control. Sólo la práctica hará que ante un imprevisto, dosifiquemos la potencia que le mandemos al freno para evitar el fatídico patinazo. Ya sé que es bastante difícil conseguir ese dominio en los frenos, y que dicho así suena fácil, pero si al principio no te esfuerzas en conseguir dominar esa forma de actuar sobre los frenos, si no consigues dosificar la potencia de frenado, el día en que tengas que realizar un frenado complejo sobre una superficie mojada, nevada o con barro, te darás cuenta lo inútil y peligroso que es frenar bloqueando las ruedas de la bici. Solo cuando se consiga la experiencia necesaria, serás capaz de mantenerte encima de la bici sin caerte, al frenar bloqueando las ruedas.
Otro aspecto en el que se debe profundizar en su aprendizaje es el uso del cambio. Me he fijado que hay mucha gente que al pedalear solo usa el plato pequeño en combinación con todas las coronas traseras, o al revés, esto es, utiliza el plato grande con todos los piñones traseros. Bien, pues eso es un error fatal. Fatal por dos aspectos: El primero es para la integridad de la cadena y de los piñones, ya que lo único que esa gente conseguirá es desgastarlos de forma prematura. Y el segundo es para la integridad física de las piernas, ya que posiblemente se produzcan lesiones en las rodillas, al someterlas a un esfuerzo extra.
El cambio hay que usarlo de una forma similar a como se usa el cambio de un coche. En un coche, la primera y segunda marcha, se usan para poder superar pendientes con una inclinación importante. Mientras que la quinta o sexta marcha, se usan para rodar por autopista y con terreno favorable, es decir, con cuestas poco inclinadas o de poca entidad, y tramos en recta o bajadas. La combinación de platos y piñones en la bici es lo que se conoce como desarrollo, o desarrollo de la transmisión, es decir, la proporción que existe entre el número de vueltas del pedal con el número de vueltas de la rueda. Cuanto más corto sea el desarrollo, menos vueltas dará la rueda trasera a cada vuelta del pedal. Mientras que si el desarrollo es largo, la rueda dará más vueltas a cada vuelta del pedal. Para calcular cuántos metros recorrerá la rueda trasera de una bici de montaña, hay una fórmula matemática que es muy simple. Solo hay que multiplicar el perímetro de la rueda por el nº de dientes del plato, y el resultado dividirlo por el nº de dientes del piñón.
En el caso de la bici de montaña, y para una rueda de MTB estándar, cuya medida es de 26’’ x 2’’, el número que hay que usar para el perímetro de la rueda es: 26’’x 2,54 = 66,04. O sea que 66,04 es el perímetro en centímetros. Luego lo multiplicamos por Pi, y el resultado es 2.074. Es decir, que multiplicamos 2.074 por el nº de dientes del plato y el resultado lo dividimos entre el nº de dientes del piñón. Un ejemplo: Si tenemos la cadena puesta en el plato grande, que tiene 42 dientes, y en el piñón pequeño, que tiene 13 dientes, por cada vuelta completa del pedal, la rueda trasera recorrerá: 2.074 x 42 = 87.108/13 = 6,70 metros. Es decir que a cada vuelta completa del pedal, la rueda recorrerá unos 6,70 metros aproximadamente con la relación de 42 dientes en el plato y 13 dientes en el piñón.
Pero como cada vez que se vaya a cambiar de plato o piñón, no vas a estar realizando cálculos, baste con saber como hay que usar esos cambios mirando la imagen de la derecha. La imagen muestra un esquema de una transmisión de nueve piñones vista desde arriba. En dicha imagen y marcados en rojo, indica que piñones no se pueden usar, dependiendo en que plato tengamos la cadena engranada. 
Por tanto si estas usando el plato mediano, podrás usar sin riesgo de desgaste severo, o incluso de rotura de cadena, las coronas que ves marcadas en azul en el centro de la imagen. Teniendo en cuenta esa pequeña precaución, conseguirás que el sistema de transmisión funcione correctamente, a la vez que evitarás un desgaste excesivo de la cadena y los piñones. Si tu bici es de las que todavía tienen 7 piñones, tendrás que prestar la misma premisa con el plato mediano, es decir, que no deberías usar, con el plato mediano, los piñones pequeño y grande. Y deberás prestar la misma atención  al usar el resto de piñones y platos de la bici. Así conseguirás que la cadena y los piñones duren un tiempo razonable.
Por lo que mi consejo es que al principio, es bueno que te familiarices con los cambios de la bici. Se que para muchos y muchas, puede parecer  un poco lioso su manejo al principio, por eso lo mejor es no tratar de aprenderse todas las combinaciones que se pueden hacer con los platos y piñones. Para ello solo es necesario recordar, independientemente de la cantidad de piñones que tenga tu bici, que si la cadena está en el plato grande, no se deben engranar los 4 piñones más grandes. Si la cadena está en el plato pequeño, no se deben engranar los 4 piñones más pequeños. Por último, si la cadena está en el plato mediano, no se deberá engranar el piñón pequeño o el piñón grande. De lo que se trata es de evitar que la cadena se cruce en exceso.
Si se hacen caso a éstas premisas, no solo habrás aprendido a controlar adecuadamente a tu bici, sino también a preservar su mecánica. De ésta forma tu querida máquina durará mucho más tiempo en perfecto estado, antes de hacerle cualquier intervención mecánica.
En próximas entregas describiré tres de las técnicas que se deben conocer y dominar, para disfrutar plenamente de éste deporte tan bonito: Las subidas, las bajadas y el singletrack. En la próxima entrega le tocará el turno a las subidas.

Ángel  Tejedor 
Un aficionado a la bici de montaña