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jueves, 9 de enero de 2014

INICIARSE EN EL MTB VII (El Singletrack)


EL SINGLETRACK
En la entrega anterior hice una descripción, no demasiado profunda, de algunos de los conceptos a tener en cuenta a la hora de enfrentarse a cualquier bajada. Para terminar ésta serie de Iniciarse en el MTB, voy a comentar una de las especialidades que, a mi modo de ver, es la auténtica salsa del MTB: El Singletrack o Sendero Estrecho.
Por regla general, la mayoría de los escritos que describen situaciones o sirven para enseñar algo, se apoyan en imágenes que ayudan a la comprensión de lo que se está leyendo. En ésta ocasión he decidido no incluir ninguna foto, imágenes o esquemas que apoyen lo que escribo. Simplemente porque considero que es mucho mejor que el lector, o lectora, haga un ejercicio de imaginación que bastante cortita la tienen algunos adultos. Por lo tanto, y antes de seguir leyendo, te animo a que desempolves tu imaginación y dejes que ella te lleve mientras lees, te darás cuenta que con tu imaginación funcionando a tope, no necesitarás que en el texto que estás a punto de leer, haya fotos de otras personas haciendo lo que en un futuro podrás hacer tú. Te garantizo que si usas la imaginación mientras lees, al final tendrás unas ganas locas de salir pitando con tu bici a pedalear por los senderos.
De todas maneras para todos aquellos y aquellas que no sean capaces de de usar su imaginación, pueden hacerse una idea de lo que es un singletrack entrando en You Tube. Ahí encontrarán cientos y cientos de vídeos que ilustran lo que es un sendero estrecho. Yo aporto mi granito trayendo éste porque ilustra muy bien lo que se puede encontrar en un singletrack. Evidentemente el nivel de destreza que verás en el vídeo del enlace, solo se consigue después de muchos kilómetros haciendo ese tipo de senderos, así es que lo que hay que hacer es tener paciencia y desarrollar adecuadamente tus capacidades.

LOS SECRETOS DEL SINGLETRACK
Seguramente, de todas las especialidades del Mountain Bike la más atractiva al practicante de éste bonito deporte sea el Singletrack o sendero estrecho. Creo que mucha gente estará de acuerdo conmigo al decir que deslizarse con rapidez y fluidez por un sendero estrecho, de apenas unos 60 cm. de ancho, supone una descarga masiva adrenalina superando obstáculos, anticipándose a todos y cada uno de los recodos del sendero, cambiando desarrollos y trazando virajes rápidos entre árboles, raíces, matojos o piedras. Y todo ello acompañado, casi siempre, por el marco incomparable de bellos paisajes serranos y lejos del bullicio psicópata de la ciudad.
Sin embargo, y por atractiva que suene la práctica del singletrack es, técnicamente hablando, la disciplina del Mountain Bike más exigente y difícil de controlar y aprender. Y como cualquier nueva especialidad es preciso entrenarla, practicarla y haber rodado mucho antes de poder afirmar que: "Yo domino el Singletrack". Por ello, si uno no quiere terminar con sus doloridos huesos en la cama de un hospital, más vale ir despacio en el aprendizaje del singletrack.
Por otro lado, el acariciar el caramelo del sendero estrecho, es un paso lógico en la progresión de cualquier ciclista de montaña, salvo que ese ciclista de montaña se conforme con salir una hora solo los domingos por la mañana dando vueltas al parque de al lado de su casa. Por lo que si ese es tu caso, es mejor que dejes de leer ésto.
El singletrack es para el ciclismo de montaña, lo que la nieve virgen es para el esquí. Un medio que por su belleza y reto técnico, casi todos los que practicamos éste deporte aspiramos a dominar algún día. Afortunadamente los primeros pasos hacia el dominio de los senderos estrechos, se inician en un terreno menos exigente y conocido por todos como son las pistas forestales y los caminos anchos. Ya que es en éste tipo de terreno, donde nos familiarizaremos con nuestra propia montura, aprendiendo las nociones básicas del ciclismo de montaña como frenar adecuadamente, virar, cambiar de marcha en el momento preciso, pedalear con cadencia y en definitiva a conocer a fondo a nuestra querida compañera de aventuras (la bici).
Solo cuando se alcance un determinado nivel de confianza y destreza encima de la bici, se estará preparado para hacer los primeros pinitos más allá de donde terminan las pistas y los caminos anchos, y comienza la auténtica salsa del mountain bike. 
Rodar por un sendero estrecho no es solo cosa de tener buena capacidad de propulsión. Hay que tener la habilidad de poder efectuar sutiles cambios de peso y posición del cuerpo con rapidez y finura para superar, o esquivar, los abundantes obstáculos naturales en forma de rocas, raíces, curvas sin visibilidad, buscadores de setas, etc., que sin duda saldrán al encuentro del sufrido ciclista cuando éste haga sus incursiones por un sendero estrecho.
Por más fuerte que se sea, por más cachas que se esté, los músculos por sí solos no serán garantía suficiente para deslizarse con rapidez y fluidez por un sendero estrecho. Cantidad de ciclistas provenientes del mundo de la competición en ruta, individuos en excelente forma física que se pasan al mundo de la competición del MTB, descubren rápidamente, y a menudo contundentemente,  que eso del singletrack no es tan fácil como parecía desde fuera, y que su "Talón de Aquiles" es el terreno técnico del singletrack, elemento representativo e inevitable de cualquier competición de MTB. Por el contrario, hay ciclistas que aparentemente tienen menos fortaleza física pero que cuando llegan a un sendero estrecho es prácticamente imposible seguirlos o alcanzarlos. Solo con práctica y dedicación, el biker conseguirá adaptarse con éxito a éste medio tan exigente que encierra todas las situaciones imaginables que se pueden dar en el Mountain BIke.

CASCO Y PACIENCIA
Mis primeras experiencias rodando por un singletrack, fueron una sucesión de sorpresas y situaciones cómicas unas veces, y comprometidas otras. Cualquier piedrecita, raíz o bache eran capaces de desequilibrarme de la bici, mis movimientos eran torpes y cualquier resalte en el camino era suficiente como para obligarme a bajar de mi montura. Bastaba un segundo de despiste para, ¡catapún!, de repente me encontraba viéndoles el color de los ojos a las hormigas, o comprando una parcela de terreno, como decimos los aficionados al mundo de la moto, cuando un motorista se marca un recto y se sale de la carretera. Por cierto, que llevar el casco es fundamental y obligatorio si no quieres desparramar tus sesos por el suelo del bosque.
Durante el periodo de aprendizaje predomina una cierta confusión, es decir, al principio es un poco difícil saber si lo que estas haciendo es, o no, lo correcto. Los fallos son comunes y la percepción de la dificultad tiende a ser exagerada, llámalo instinto de conservación si quieres. Por eso lo mejor es salir con amigos pacientes con más experiencia y no quitarles ojo. Habrá que poner mucha atención a todos sus movimientos, fijarse en como superan los obstáculos, observar de que manera, y por qué, pasan por determinadas zonas y procurar imitarles. Y no te dé corte preguntar. Pregunta, así tendrás una idea más clara de por qué se hace de esta u otra forma. Otra cosa útil para aprender, es ir a las carreras de MTB y colocarse en los tramos más complejos o técnicos. Tramos fácilmente reconocibles por ser éstos, al igual que las subidas, los que más público suelen congregar. Una vez allí hay que fijarse atentamente en como lo hacen los expertos en esas zonas, y con toda esa información lo único que queda es aplicarla y practicar, practicar y practicar. Es el único secreto. Si se hace en serio, pronto te podrás adaptar a los cambiantes ángulos del terreno, a frenar con finura, a cambiar los desarrollos con anticipación y lo más importante: Ser capaz de relajarse encima de la bici. Una vez que se consigue ese estado de relajación, lo demás viene con menor dificultad. Y un buen día descubres que ese sendero estrecho que se te resistía, de repente lo pasas con una facilidad que ni en tus mejores sueños habrías imaginado que lo harías.

BAILANDO CON EL SENDERO
Una de las características más alucinantes y que más llaman la atención al rodar por un singletrack, es la rapidez, a veces fulminante, con la que suceden las cosas. En un momento dado te hallas sobre una superficie lisa y veloz, y al momento siguiente entras en una curva ciega y te hallas metido de lleno en una trialera de las que quitan el hipo. Hay que tener en cuenta que cuando se rueda por pistas forestales o caminos anchos, el campo visual es casi ilimitado y por tanto los cambios de posición en la bici, o el frenar de una forma u otra, se hace con mucha anticipación. En otras palabras: El margen de error es amplo.
En cambio, sobre un sendero estrecho, normalmente la vegetación, la orografía, la abundancia de virajes y obstáculos naturales exigen una rapidez de reflejos casi felina, y una altísima capacidad de concentración si se quieren evitar sustos o incluso desastres. Uno de los errores más comunes y nefastos entre los debutantes del singletrack, es la manía que tienen de concentrar su campo de visión en la zona inmediata a la rueda delantera. Tal práctica  limitará la capacidad del biker ante el terreno que tiene por delante, por lo que su conducción será torpe y a la defensiva y cada paso que se dé, será una sorpresa para la que no se estará preparado. Hay que aprender a extender el campo de visión más allá de la rueda delantera (entre los 5 a 8 metros por delante) y aprender, también, a saber controlar la visión periférica para tener una percepción completa del entorno por donde nos movamos. Así se estará preparado ante cualquier contingencia y se podrán anticipar los movimientos de acuerdo a los obstáculos que se vayan presentando, modificando la posición encima de la bici para absorber obstáculos, aplicando los frenos de manera optima para anticiparse a los virajes o cambiando de desarrollos en el momento justo antes de llegar a una empinada subida.
¡¡¡Jamás hay que mirar hacia atrás mientras se esté metido de lleno en un singletrack!!! Es la manera más eficaz de asegurarse un buen tortazo. Un despiste de unos segundos y ¡hala! ¡a comer alfalfa! Hay que estar atento y concentrado, pero eso no quiere decir que cuando se entre en un singletrack haya que ir como una máquina, ignorando todo lo que nos rodea y los estímulos que nos lleguen. Hay que ir concentrado pero no aislado, y cuando se quiera parar pues se para y listos. Eso sí, avisando con tiempo si vas por delante del grupo de amiguetes, o cerciorándote de que no viene nadie detrás si vas solo, ya que si vas en grupo y no avisas de la parada, lo más probable es que el compañero que venga por detrás acabe estrellándose en tu espalda. Esa especie de estado de alerta y relajación que antes he mencionado, es el elemento clave que te ayudarán a conseguir la meta final a la que todos los bikers aspiramos: Rodar con fluidez y finura en un singletrack.
Como ya he dicho, y si no lo digo ahora, el sendero estrecho lo exige todo. En él encontraremos subidas asfixiantes, descensos que te pondrán la piel de gallina o llaneos rápidos y ciegos rodando entre los árboles. Muchas veces te verás obligado a afrontar troncos, piedras o zanjas por no hablar del tapiz de hojas que en otoño ocultarán algunos de los obstáculos del sendero, y que en más de una ocasión te obligarán a echar pie a tierra. Tendrás que poner a prueba toda tu sapiencia y habilidad de conducción de la que seas capaz, para salir airoso del singletrack en el que te has metido. En el sendero estrecho, más que en ninguna otra disciplina, es donde la unión piloto-máquina ha de ser perfecta. En realidad, el principal objetivo que se persigue con esa relajación y anticipación, es conseguir que el biker pueda hacer las adaptaciones y movimientos necesarios para poder dirigir a su máquina con total precisión. Pero como no hay fotos ni imágenes, para apoyar lo que hasta ahora he escrito, es en éste momento cuando debes conectar tu imaginación y dejar que sea ella la que te haga visualizar lo que estás a punto de leer:

"Entras en un sendero estrecho y comienzas un descenso abrupto. Antes de llegar al final del descenso, ves una subida brutal. Tendrás que efectuar un cambio de desarrollo durante la bajada para enfrentarte a la subida, y en el preciso momento en que llegues al punto más bajo de la depresión, a la vez que lanzas la rueda delantera hacia delante y tu peso hacia atrás, para absorber el impacto de la rueda, tendrás que aprovechar la inercia que llevabas de la bajada, para iniciar la subida y seguidamente modificar la posición de tu cuerpo para obtener la tracción optima, y así enfrentarte a la subida a la vez que cambias de desarrollo según lo vayas necesitando. Y todo ello realizarlo casi a la vez." Interesante ¿no? Si no te ha quedado claro, vuelve a leerlo.

Como habrás podido imaginar en éste gráfico ejemplo, en el singletrack es imprescindible que exista esa coordinación piloto-máquina que he mencionado anteriormente. Si tu cuerpo está rígido y no se anticipa lo suficiente, tarde o temprano (más temprano que tarde) te verás involucrado en una situación no deseada. Cuando te inicies en el aprendizaje de ésta especialidad, es muy recomendable sacrificar velocidad y trabajar más la técnica y el control de la bici, para que en todo momento sepas como debes actuar. Si actúas poco a poco y de forma racional, podrás ser capaz de ir incrementando gradualmente la velocidad cada vez que entres en un sendero estrecho. No hay que precipitarse, eso no es bueno para la salud ni para la integridad de los huesos, y no hay que olvidarse de respirar. Llevar una respiración acompasada al esfuerzo que se esté haciendo es fundamental, sin una buena respiración es imposible relajarse encima de la bici.
Una buena idea para mejorar en el singletrack, es hacer un sendero que ya se conozca y que anteriormente hayas tenido problemas en hacerlo, y si ese sendero tiene algún tramo complicado mucho mejor. Tendrás que repetirlo tantas veces como sea necesario para que, poco a poco, puedas ir puliendo los defectos. Te tendrás que concentrar en efectuar movimientos cada vez más fluidos, escogiendo las marchas y las trazadas adecuadas, o las que a ti te parezcan adecuadas, y comparar mentalmente las trazadas ideales con las que realmente haces, repitiéndolo tantas veces como sea necesario hasta que llegues a dominar la técnica. En competiciones de MTB es habitual, el día anterior a la carrera, ver a los competidores recorriendo el circuito y repitiendo algunos tramos complicados, solo para comprobar cual sería la trazada ideal en esos tramos, para entrenarla y pasarla posteriormente a la práctica el día de la carrera.
Si se toman las cosas con calma, pronto verás resultados positivos. Pronto podrás comprobar que el paso complicado de un singletrck, en el que tenías problemas al pasarlo, ahora lo pasas con una cierta soltura y eso hace que cojas confianza en tí. Y cuando tu grado de confianza aumente, es muy buena idea el salir a buscar recorridos que no conozcas, así mejorarán tus dotes de improvisación y rapidez de reflejos.
Otra de las amenidades que tiene un singletrack, es que jamás encontrarás dos iguales, por lo que no hay cabida para el aburrimiento. Incluso el sendero que conoces de memoria puede cambiar de una semana para otra. La piedra que hace unos días estaba a tu derecha y que parecía una sólida referencia, ahora está a la izquierda y fuera del sendero, por no hablar del cambio que sufre el firme cuando llueve o nieva. Sus siempre cambiantes condiciones por las que discurre un singletrack, serán fuente inagotable de diversión.

CONSEJOS FINALES
Para terminar, y para que tus incursiones en un singletrack sean siempre, o casi, una experiencia placentera, es conveniente seguir éstos consejos. Si se siguen, los momentos negativos que sin duda los tendrás, serán pocos y pronto te olvidarás de ellos. Por tanto:
  1. Siempre hay que practicar con alguna persona, amiguete o colega, que tenga más experiencia que tú, observando lo que hace e intentado aprovecharse de su técnica para depurar tu desastrosa técnica inicial. Dicho en otras palabras: Hay que chupar rueda cantidad.
  2. Al principio hay que ir con cuidado y no intentar algo que parezca demasiado difícil, ya que probablemente lo será.
  3. Hay que procurar usar desarrollos fáciles de mover, sobre todo al principio. Eso te permitirá superar secciones empinadas y obstáculos con mucho menos esfuerzo.
  4. Es mejor ganar confianza practicando en senderos fáciles, e ir incrementando gradualmente su dificultad a medida que tu técnica mejore. Si te metes de golpe en algo demasiado difícil, corres el riesgo de frustrarte y perder la confianza antes de empezar.
  5. Cuando entres en un sendero estrecho, acostúmbrate a dejar que las ruedas hagan su trabajo, es decir, que rueden. Intenta evitar los derrapajes y bloqueos de ruedas. Cuando una rueda derrapa, pierde toda su adherencia y por lo tanto comienza el descontrol. Usa los frenos adecuadamente.
  6. Practica, practica y practica. Es el único secreto para mejorar tu paupérrima técnica del principio. Todo el mundo tiene el potencial de mejorar la técnica en el singletrack.
  7. Siempre que te aventures en un singletrack nuevo para tí, hazlo con precaución y especialmente si vas solo. A menudo te puedes encontrar con sorpresas inesperadas detrás de un recodo, y cuando menos te lo esperes..., pues usa tu imaginación.
  8. Jamás, jamás te aventures por un singletrack cuya dificultad técnica supere con creces a tu nivel de destreza. Si lo haces corres un serio riesgo de calzarte una buena piña y lo que es peor, le termines cogiendo miedo y entonces retrocederás en tu aprendizaje de adquirir técnica. Es mejor ir paso a paso, que como nunca me cansaré de repetir: ¡¡No hay que demostrar nada a nadie, Ni siquiera a tí !!
Por lo tanto solo hay que tener paciencia y ser constante en el aprendizaje de la técnica, que un día nos permitirá divertirnos en zonas donde otros se cagan de miedo. Hasta la próxima.

Ángel Tejedor
Un aficionado a la bici de montaña
P. D.:¿A qué ahora sí tienes ganas de dar pedales?