En la entrega anterior terminé de comentar cual es la equipación mínima que, cualquiera que quiera dedicarse al MTB con ciertas garantías, debería adquirir. Pero claro, nada de ésto tiene sentido si no disponemos del componente más importante y fundamental, para practicar éste deporte tan alucinante. Esto es, la bicicleta.
Llegados a éste punto, y cuando se empieza a evolucionar en el MTB, uno se pregunta: Y ahora ¿qué bici me compro?Antes de nada tengo que decir que no es necesario gastarse una millonada en una bici, pero ésto no significa que tengamos que conformarnos con cualquier cuadro con ruedas. Todo tiene un límite. En la primera entrega comenté que para empezar, gastarse entre 300 y 500 euros, es
más que suficiente para adquirir una bici muy bien equipada. Sin embargo muchos
sentirán la tentación de comprarse algo más barato. Bien, están en su derecho,
pero hay que recordar que gastarse menos dinero en una bici de montaña es como
una lotería, te puede tocar la china o no, todo depende de la suerte que
tengas. Si tienes suerte y la bici te sale medianamente bien, pues miel sobre
hojuelas. Pero si tienes la mala suerte de que te salga mal, que es lo que
ocurre en el 70% de los casos, pues llegarás a maldecir en hebreo, y a jurar en
arameo, el día en que se te ocurrió comprar la maldita bici. Sinceramente, a mi me da igual el tipo de bici que cada uno se compre, y me importa muy poco los criterios que cada cual tenga en cuenta en el momento de adquirir su primera bici, pero mi experiencia me dice que las
bicis baratas al final son caras. Para ayudar a elegir un tipo de bici para practicar MTB, me he permitido clasificarlas en
tres categorías. Estas son nivel 1, nivel 2 y nivel 3. Insisto en que es una
clasificación muy personal, pero que sirve para ilustrar lo que se puede
encontrar en el mercado.
NIVEL 1: Bicicletas de Gama Baja. (De 80 a 300 euros)
En
éste grupo podemos encontrar las bicis que suelen venderse en las grandes
superficies, incluso en aquellas que no tienen nada que ver con el mundo de las bicis. El equipamiento de estas bicis es el más barato que se puede
encontrar, ya que al fabricarlas lo que cuenta, es que el precio final de todo el conjunto, sea lo más bajo posible para vender muchas unidades. En estas bicis el
peso total suele ser bastante elevado, y por regla general el número de
relaciones, o velocidades, no suele pasar de 21, es decir, en la rueda trasera
hay montados 6 ó 7 piñones y en los platos tres coronas, por lo que tendremos
18 ó 21 relaciones respectivamente. Son bicicletas que, por culpa de la baja calidad
de sus componentes, no se les puede pedir demasiado, aunque para dar una vuelta
dominical por terrenos que no sean muy exigentes, valen perfectamente. Los
compradores de éste tipo de bicis son personas cuyas aspiraciones en el mundo
del MTB, no van más allá que darse una vueltecita un domingo por la mañana,
siempre que haga buen tiempo, y por un terreno que no sea más abrupto que el asfalto.
No son bicis recomendables para excursiones por la montaña, con un cierto nivel
de dificultad, ni tampoco son adecuadas para correr carreras de MTB. Existen
bicis por un precio menor de 80 euros, pero ni siquiera me planteo en
clasificarlas.
NIVEL 2: Bicicletas de Gama Media. (De 350 a 800 euros)
En
éste grupo ya podemos encontrar bicis con una calidad excelente a partir de los
400 €. El equipamiento que traen de fábrica ya posee una calidad buena o muy buena, y
el peso total de la bici es muy contenido, desde los 11 kilos las de mejor
calidad, hasta los 13 kilos las de calidad más baja. En éste grupo es raro ver
a una bici por debajo de las 21 velocidades, teniendo montadas 8, 9 ó 10 piñones
en la rueda trasera. Gracias a la buena calidad de sus componentes, son muy
aptas para realizar excursiones exigentes o correr carreras de nivel medio. Una cosa buena que tienen las bicis que están en éste segmento, es que los compradores podrán invertir dinero en ellas en mejorar su equipamiento, ya que por regla general el cuadro de la bici, admite echarle dinero en componentes de calidad, sustituyendo a los que la bici trae de origen. Las
personas que compran bicis de éste grupo, buscan una bici fiable, de peso
contenido y que resista un trato que en algunas ocasiones puede llegar a ser muy duro. Son personas que realizan un uso alto, o
muy alto, de la bici, llegando a usarlas incluso para el desplazamiento diario,
o para realizar rutas de cicloturismo.
NIVEL 3: Bicicletas de Gama Alta. (De 800 euros en adelante)
Las
bicis que pertenecen a éste grupo son, en algunas ocasiones, verdaderas
exquisiteces con precios que pueden llegar a rondar los 6.000 € o incluso más. El
equipamiento en estas bicis tiene una calidad excelente y muchos de sus
componentes se realizan con materiales que provienen del ámbito aeronáutico
(Fibra de carbono, titanio etc.). Gracias a la buenísima calidad de los
componentes, los excelentes acabados y la calidad del propio cuadro de la bici, a éstas máquinas se les puede pedir
un trato muy duro o muy exigente. Son totalmente aptas para cualquier tipo de
actividad, léase carreras de alto nivel o duras excursiones de varios días.
EL PRIMER CONTACTO
Por
fin llegó el gran día. Hoy estrenamos deporte y bicicleta, y estamos algo nerviosos por lo
que pueda pasar, pero tranquilos, que no es tan fiero el león como lo pintan.
Lo primero que tenemos que aprender es a rodar con una cierta cadencia, con
soltura, en una palabra, tenemos que
aprender a pedalear y a estar encima de la bici. Seguro que lo de pedalear
lo entiende todo el mundo, pero lo de estar encima de la bici ¿qué porras
significa? Lo explico con mucho gusto. Cuando comenzamos a practicar un deporte
desde el principio, el cuerpo se revela ante esa nueva situación, y en el caso
del mountain bike no iba a ser una excepción. Por lo tanto, y para minimizar las
pequeñas dolencias que, sin duda nos saldrán, y antes de lanzarse como locos a pedalear por los senderos, lo primero de todo es poner la
bici a nuestro gusto, es decir, hacerla más ergonómica. Si hemos comprado la
bici en una tienda especializada, ésta tendrá que ser de nuestra talla, con lo
que solo tendremos que poner los diferentes mandos a nuestro gusto y confort.
Por suerte, en las bicis actuales, se pueden modificar muchos reglajes y así
podemos personalizar nuestra bici tanto, que si un día cogemos la bici de un
amigo, las habilidades que en nuestra montura nos salen de forma automática, en
una bicicleta “extraña” seremos incapaces, al principio, de repetir esas mismas
habilidades.
Uno
de los reglajes con los que podemos personalizar a nuestra compañera de
aventuras es la altura del sillín.
Para poner la altura correcta, hay varios métodos pero uno de los más
extendidos es el de sentarse en el sillín y colocando el talón encima del
pedal, la pierna tiene que estar recta, con la rodilla extendida, pero sin
ladear la cadera. El pedal tiene que estar en su posición más baja, y la postura no debe
de estar, en ningún momento, forzada. Cuando tengamos la seguridad de que ésta
es la altura correcta, fijaremos el anclaje del sillín al cuadro de la bici y
listo.
Otro reglaje que tenemos que hacerle al sillín, y que poca gente le
presta atención, es la distancia al
manillar. Este reglaje es muy importante, ya que determina la distancia a
la que se sitúa la parte inferior de la columna vertebral, con respecto al
manillar. Una forma de conocer la posición correcta del sillín, consiste en
realizar una medición como muestra la figura de la derecha, esto es, colocando
el antebrazo entre la punta del sillín y la potencia del manillar. La punta del
sillín deberá tocar la parte trasera del codo, mientras que el puño cerrado deberá quedarse a una distancia de la potencia del manillar, de unos dos o tres dedos más o menos. Para hacerse una idea de la importancia de este reglaje, baste decir
que si no se coloca el sillín a una distancia correcta, la columna vertebral se
arqueará, de forma cóncava, si el sillín lo acercamos demasiado al manillar. Y
convexa si alejamos demasiado el mismo. Si esta situación se prolonga durante
mucho tiempo, al cabo de un rato dando pedales, empezaremos a notar que la
espalda empieza a doler, y en el peor de los casos provocar una lesión
importante de los discos intervertebrales.
Otro
reglaje que podemos realizar sobre el sillín es la inclinación, o el paralelismo de éste con respecto al suelo. El
sillín no debe de estar ni inclinado hacia adelante ni hacia atrás, ya que en
el primer caso, mientras estemos dando pedales, nos iremos cayendo hacia el
manillar. Sin embrago, en el segundo caso, nos caeremos hacia la rueda trasera.
El reglaje, más o menos correcto, es aquel en el que no nos desplacemos horizontalmente por
encima del sillín mientras pedaleamos, y como referencia más idónea,
colocaremos el sillín lo más paralelo posible al suelo. Si puedes usar un
nivel, como muestra la imagen de la izquierda, podrás dejar la inclinación del
sillín neutra. Por cierto, para realizar éstos dos reglajes
se actúa sobre el mismo tornillo, que está situado justo debajo del sillín,
como se ve en la imagen de la derecha.
Estos son los tres reglajes que podemos realizar sobre el sillín, altura, distancia al manillar e inclinación. Actuando
sobre ellos conseguiremos personalizar a nuestra querida bici, y si los hacemos
bien nos evitaremos molestos dolores en la espalda, y alguna que otra lesión de
importancia sin mencionar el hecho de que se irá mucho más cómodo encima de la
bici.
Lo siguiente que podremos personalizar es el manillar, aunque aquí
poco hay que ajustar, la verdad. No obstante, el manillar tiene varios ajustes,
y estos son: Altura de manillar,
distancia del manillar y rotación
del manillar.
De éstos tres reglajes, el reglaje de la altura y la distancia del manillar son lamentablemente algo caro de realizar.
Te preguntarás ¿por qué más caro?, pues porque desgraciadamente para hacer
esos dos tipos de reglajes hay que gastarse el dinero, ya que de otra forma es
imposible realizarlos, me explico. Debido a la construcción de las potencias en
las bicis de montaña, la altura del manillar solo sé varia si se compra otra
potencia cuyo grado de inclinación sea más elevado que el grado de la potencia
que tenemos instalada en la bici. Lo mismo ocurre con la distancia al manillar,
si se quiere variar esa distancia, tendremos que adquirir otra potencia más
larga.
Si te
fijáis en la figura de la derecha, comprenderás lo que digo. En ella se observa
una representación esquemática de una potencia tipo de bici de montaña. El
ángulo rojo, determina la altura del manillar, a
más ángulo, más altura. Las líneas azules,
hacen referencia a la distancia del manillar, cuanto más distancia tenga esa
zona, más lejos se sitúa el manillar con respecto al cuerpo. Estas dos
magnitudes tienen que estar muy bien
compenetradas, ya que una altura demasiado pronunciada o demasiado corta, hará que
los hombros y las cervicales se resientan, y un ángulo demasiado elevado o
demasiado bajo, repercutirá en la parte central de la columna, haciendo que
ésta adopte una curva cóncava, o convexa, en esa zona. Por cierto, en las potencias del tipo "ahead", esto es igualmente válido.
Una
solución intermedia, puede ser sustituir el manillar de la bici por otro
denominado “dos alturas”. Otra
solución consiste en adquirir una potencia cuyo ángulo se puede ajustar, son
las denominadas potencias ajustables. Sin embargo, con éstas dos soluciones solo podremos
ajustar el ángulo, nunca la distancia.
La otra magnitud, la rotación del
manillar, la podemos llevar a cabo sin gastarnos un euro. Simplemente con
aflojar el tornillo, o tornillos, de la potencia que sujetan el manillar podremos rotarlo, y debido a la construcción de éste las puntas del manillar
subirán o bajarán, haciendo que el manillar se eleve o baje de puntas. Se me olvidaba, la rotación del manillar solo es posible hacerlo si nuestra bici dispone de un manillar de los denominados rectos. Un manillar de dos alturas no se puede rotar por razones obvias. A
diferencia de los otros reglajes, con éste podemos exagerar un poco
la posición que le demos al manillar sin que peligre nuestra integridad física.
Pero ya digo, solo un poco.
Realizados todos éstos ajustes, solo queda subirse encima de la bici y liarse a dar pedales para disfrutar con la bicicleta por los caminos del monte. Pero eso será el tema de la próxima entrega, en que hablaré de algunas de las técnicas más comunes de conducción.
Realizados todos éstos ajustes, solo queda subirse encima de la bici y liarse a dar pedales para disfrutar con la bicicleta por los caminos del monte. Pero eso será el tema de la próxima entrega, en que hablaré de algunas de las técnicas más comunes de conducción.
Hasta la próxima
Ángel Tejedor
Un aficionado al Mountain Bike
No hay comentarios:
Publicar un comentario